Seguidores

domingo, 6 de marzo de 2016

Dulce alegoría infernal de un puto perro sin alma

Muerde el polvo sucio bastardo descerebrado. ¡Sí! ¡Muérdelo y saboréalo! Disfruta de su celestial aroma y tacto sutil. Acepta la derrota, no tienes otra opción. Pensabas comerte el mundo, y ¡mírate ahora! Comiendo suelo como un borracho cualquiera. Pero, por lo menos, ten la mínima decencia y educación para mirarle a los ojos al tío que te está partiendo la cara. Solo te pido eso. Bueno, eso y que revientes. Que en esta vida ni en las siguientes no quede de ti mayor rastro que un charco de sangre negra y podrida. Es lo único que te mereces. Tú y tu sucia descendencia perdida para siempre, forzada a ser olvidada y borrada completamente, sin posibilidad de resurgir. Y todo gracias a mí. ¡Sí! Soy el puto héroe que ha venido a salvar la jodida humanidad, acabando con la puñetera escoria como tú. No lo dudes. Soy el puto anti-cristo, el maldito rey y señor de todo este infierno en vida. Estaba predestinado a serlo, al igual que tú lo estabas para morir. Desde el inicio de tus tiempos, has tenido una bala esperándote, con tu nombre escrito en sangre sobre el dulce contorno de un casquillo diminuto e insignificante, tan insignificante como tu existencia. Puedes rezar a Dios, o a tu puta madre, da lo mismo. Nada te salvará de sufrir la eternidad bajo las abrasadoras llamas y la terrible agonía del inferno. Tu alma corrupta estará a merced de asquerosos PPros ladrones, odiosas monjas roba niños, brutales pederastas sin escrúpulos y demás inmundicia. Es la justicia universal e inexpugnable...

¿Sigues vivo todavía? Bien por ti. No pensaba que aguantarías tanto. Una mierda seca como tú debería haber pasado el umbral hacia lo eterno, hacia lo inexistente, pero te empeñas en aferrarte a la vida, cueste lo que cueste. Asúmelo, eres una causa perdida y estás más muerto que vivo. La única diferencia es que así puedo seguir pegándote, y disfrutar. ¡Sí! Cómo estoy disfrutando, adoro esta sensación. Mi dura porra negra reventando la poca belleza que poseía tu cara, llenándolo todo de sangre, viendo cómo poco a poco te vas quedando sin vida, inerte, como un zurullo que cuelga sin cesar delante de un lupanar abandonado.

Creo que estoy desvariando un poco. Pero no es fácil pensar cosas ocurrentes y machacarte al mismo tiempo, así que ni se te ocurra criticarme. Yo soy el que tiene el poder, el que tiene la minga por el mango. Una mirada desafiante, y hago que te atragantes con tus propias pelotas. Piensa que la muerte siempre podría ser peor, y da gracias de que no te esté empalando, ¡ingrato! Esa es la puta naturaleza humana, no poder contentarse nunca con lo que se tiene. Disfruta de tu muerte ¡coño! Al fin y al cabo no es otro espectáculo más de la vida. Es como perder la virginidad, como pillarte el primer “mokollo” o como apalear a tu primer indigente. Además, es lo último que vas a hacer en este mundo, por lo tanto, al no disfrutar de tu exterminación, estás malgastando tus últimos instantes, tus últimas experiencias, tus últimos suspiros. Déjate llevar por su siniestro pero encantador, terrorífico pero atractivo y mortal pero bello bale lleno de fúnebre sensualidad.

En cierto modo, me das envidia. Es verdad que no vas a gozar más de los exquisitos placeres de la vida, pero vas a presenciar lo que toda la humanidad ignora. El secreto mejor guardado, la información más deseada. Lo que le pasa a tu ser después de perecer. Lo descubrirás enseguida, ¡si señor! ¡Como que me llamo Wilson Antonio Tío Vavaras! Y ni se te ocurra mancillar mi nombre con tu apestada boca leprosa. No sabes de lo que soy capaz. Podría masacrar el mundo entero, antes incluso de lo que tarda un eyaculador precoz en esparcir su depravada semilla. Tu muerte engendrará otra vida, igual de vacía que la tuya. Yo seguiré reinando este caos con mano de hierro, tomando a la muerte como aliado, haciendo que este sea un lugar mejor, para todos. Pero para todos los malditos. Los demás arderéis sin perdón ni misericordia. Esa es mi palabra, es mi el futuro que os brindo. ¡Hágase mi voluntad!

Licencia de Creative Commons
Dulce alegoría infernal de un puto perro sin alma by Artza Ursus is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial 4.0 Internacional License.

7 comentarios:

  1. Me encanta cómo está narrado.
    Me recuerda a esas películas de gansters y mafiosos sin escrúpulos. De dónde sacas tanta imaginación?? Tú tienes que haberlo vivido en otra vida para poder narrarlo ASÍ, al dedillo.
    Sinceramente me gustaría que no haya sido en esta ;)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias! Me alegro de que te guste ;)

      Pues no tengo ni idea, la verdad, me sale solo. Este cuento además lo escribí en 10 minutos, fue pensar la primera frase y todo lo demás vino rodado. Si creyera en Dios diría que es inspiración divina, pero como no creo diré que es por la hierba jaja nah no sé no tengo ni idea. Y no, no he vivido nada así en ESTA vida, por ahora...

      Eliminar
    2. Inspiración divina que da a conocer lo divino que hay en ti....que nunca te falte. ;)

      Eliminar
    3. Inspiración divina que da a conocer lo divino que hay en ti....que nunca te falte. ;)

      Eliminar
    4. Jaja joder...me lo voy a acabar creyendo y todo

      Eliminar
    5. Si al final, terminamos siendo lo que creemos que somos.
      Feliz semana Artza! ;)

      Eliminar