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domingo, 29 de octubre de 2017

Amasijo

Despierta.

Abandona los plácidos sueños de tu cerebro comatoso para hundirte una vez más en la agonía de un nuevo día. Borra esa sonrisa de tu cara. El deber te llama, tu patético cometido como parte de este puto ciempiés humano te está esperando. No podemos permitir que falle ni una sola pata, pues supondría el colapso total de nuestra forma de vida, la cual está avalada por vuestros futuros cadáveres, asegurando el sistema con la energía renovable más limpia jamás obtenida: carroña humana. Vende tu vida y esclaviza tu alma voluntariamente, ya no por dinero, o por ansias de poder, sino por sumir tu horrible existencia en una infelicidad completa y descerebrada, para que no tengas que pensar en las cicatrices que dejan nuestros latigazos, ni te percates de los hilos que mueven tus perturbados instintos. Lobotomiza tu mente con drogas de mentira, amores de plástico y cultura podrida; malgasta tus energías viviendo las vidas de los demás, para que al finalizar la jornada no te queden fuerzas para pensar en la mierda de vida que llevas, ni de lo poco que te queda para estar bajo tierra.

Deja de pensar, deja de soñar. Has perdido la guerra. Estás condenado como persona, estáis condenados como especie. No puedes ni llegar a ver la mierda que te rodea, porque estás tan metido en ella que es la única realidad que conoces. Y es mejor así, créeme. La mayor virtud del ser inhumano es la ignorancia, es la que permite que el mundo se mueva, que la sociedad avance. Bueno, la ignorancia, la esclavitud, la muerte, la opresión, la guerra, la violencia, el odio... básicamente cualquier cosa que sirva para joder al de al lado, a veces porque es diferente, a veces porque es demasiado parecido o incluso por el simple hecho de ser humano. Porque aunque os cueste admitirlo, ya que estamos en una era en la que os creéis muy guays, las personas somos malas por naturaleza. Venimos de la más inmunda de las basuras radiactivas que jamás haya cagado nuestro puto planeta, y nos dirigimos al abismo en picado. Es curioso, mires a donde mires en la historia solo se ve decadencia, tecnológica e intelectual si miramos al pasado; y decadencia del alma y la humanidad si analizamos el futuro. Como si el presente fuera un agujero enorme flanqueado a los lados por dos barrancos aún mayores. Entonces, en qué ha consistido el progreso? Pues en idear formas de torturar a los de tu misma especie, básicamente. Quitar unos grilletes para poner otros, cada vez más imperceptibles, cada vez más sutiles, pero a la vez más mortales. Solo para ofrecerte una falsa sensación de libertad e independencia, mientras estás de rodillas con la cabeza pegada al suelo, y los labios sangrantes de tanto besarnos los pies.


El tiempo aniquilará cualquier esperanza de que haya algún cambio, al menos a mejor, y poco a poco irás muriendo para dejarle sitio a nuevos esclavos mejor preparados, que dejarán sitio a su vez a otros mejor descerebrados, y seguirá así hasta que la situación sea insostenible, cuando el cáncer de la humanidad esté tan extendido que solo se pueda parar con ácido. Llegado el momento, lo más probable es que unos pocos exterminemos al resto del planeta, solo porque será la opción más rentable. Y entonces, después del holocausto global, cuando la Tierra sea poco más que polvo y huesos, cuando la sangre vuelva a fluir libre por los ríos y cuando la carne que te compone vuelva a su estado natural de mierda, del amasijo de mugre y bazofia que realmente eres, será cuando por fin estará nuestra especie reconectada con su esencia ancestral. Sin aires de grandeza, sin soberbia, formando parte de una masa compuesta por una enorme variedad de excrementos sin valor. Que es exactamente lo que somos. 

Aportación para Psicoclavo Fanzine

jueves, 28 de septiembre de 2017

Azkuna The Enpalatxaile

Una vez más, me la pone todo dura el admirar la enorme grandiosidad de mi reino apalancado en mi trono de oro macizo mientras me bebo un buen copazo de whixky mezclado con sangre enemiga. Una sensación estremecedora de felicidad y victoria inunda todos los rincones de mi ser, haciendo brotar unos gemidillos orgásmicos tan puros como sanguinarios. Sí… Me invade una feliz nostalgia cada vez que me acuerdo de todos esos senadores, presidentes y politicuchos que me miraban como si fueran buitres que devoran con la mirada su próximo manjar; y con esa superioridad que les daba el creer que me iban a sobrevivir. Y ahora, ¿Dónde están todos? ¡Muertos! Urkullu, López, Quiroga… ¡Bajo tierra! Mintegi, Rajoy, Rubalcalba… ¡Pasto de gusanos! Maneiro… ¡Fue el primeiro! Vi caer hasta al príncipe Borbón convertido ya en un auténtico rey de pacotilla. Sí…

Me levanto de mis aposentos para dar un pequeño paseo en mi habitación. A pesar de que dispongo de órganos nuevos y sangre limpia siempre que quiera, mis músculos y mi carcasa corporal siguen estando viejos y necesitan moverse de vez en cuando. Aprovecho, eso sí, para recorrer con la vista la majestuosidad de mi Villa por siempre adorada. Desde mi torre puedo vislumbrar y regocijarme de la miseria y la muerte que patrulla las calles haciendo que mi nombre sea el más glande y temido de toda la península. No obstante, me mosquea no poder quitar esa estúpida “Iberdrola” de los cojones que mancilla mi hogar. Vaya puto sandios este, que parezco un puto villano de palo que necesita patrocinio (nada más lejos de la realidad, ya que he sido educado desde la más tierna infancia al calor del “jeiltzalismo” y la malignidad y sé lo que es obrar en la oscuridad con las manos chorreantes de sangre).

Pero es lo menos que puedo hacer. Si no, a ver quién me habría vendido tanto material a tan poco precio como para poder montar cámaras de gas por todos lados. No hubiera llegado tan lejos sin su apoyo, ya que me dieron la oportunidad de acabar con la oposición. Se convirtieron así en mi mano derecha, una especie de mezcla entre organización no gubernamental y banda guerrillera militarizada a las órdenes de un solo amo. Limpiaron las calles por mí y se mancharon sus manos de sangre dejando impolutas las mías. Pero soy lo que soy gracias a mi trabajo, perseverancia y mi mente enferma. Que no lo olviden jamás…

¡Que los Dioses admiren la grandiosidad de mi imperio! La gran Bilbao nunca fue tan inmensa. Bizkaia, Araba, Iparralde, Nafarroa, Cantabria, Rioja, Asturias… Todo me pertenece. Si no fuera por esos inconquistables locos de Gipuzkoa todas las vascongadas serían mías. Pero eso da igual. Euskal Herria murió hace tiempo, vi personalmente como dejaba de respirar mientras lo alzaba entre mis brazos. Ya no existe ninguna nación pisoteada que reivindicar. Solo ondea una bandera, y es la de la sangre derramada. No hay ideales, solo muerte y destrucción. Y ansias de poder, muchísimas ansias.

Voy a dejar de mirar por la ventana antes de que me sorprenda a mí mismo con una erección, que no son horas… El momento de gozar haciendo sufrir es tan celestial como agotador. Con uno cada mañana suficiente.

Necesito un poco de aliño para mi hígado, tendré que salir a por sangre fresca. Reúno un escuadrón de ex aberlatxes convertidos en milicianos y me adentro en las peligrosas calles.

Hoy la noche está tranquila. No hay ni estallidos, ni disparos, ni gritos agonizantes en la oscuridad. Da gusto ser el rey de esta ratonera. Al fin y al cabo eso es lo que son: ratas infectas encerradas en un laberinto sin salida. Me enciendo un purazo de los míos, un buen Montecristo a las finas hierbas, y disfruto del viaje. Poco a poco se va apreciando nuestro destino en la belleza espesa de la noche, mientras la inquietud y la impaciencia comienzan a tomar forma dentro de mí. Vamos tarde, empiezo a estar expuesto. El monazo acecha y su amenaza es el único peligro existente.

Pocos imaginaban que el adorado San Mames Barria iba a convertirse con los años en mi mansión de los horrores, mi Centro de Empalamiento Masivo. Mi espacio místico de búsqueda de la paz interior mediante brutales penetraciones anales mortales. Solo de pensarlo…

¡Pero no es tiempo de pensar! El gran King Kong está ya dentro de mí y me informa de que viene con ganas de hacerme perder la cordura. Necesito sangre recién vertida en mi copa, ¡YA! Empiezo a ponerme violento con los presentes para saber quién será el agraciado. El primero que me mire mal, clavadito como un animal. En unos pocos segundos el tapón se descorcha y el vino corre. Que delicia… Ahora me siento más tranquilo.

Con el síndrome de abstinencia abatido, decido disfrutar del precioso momento del que antes no he podido. Les digo a mis subordinados que crucen el Bosque de Empalados Doña Casilda (véase parque de los patos/petas) y abro todos mis sentidos al placer más absoluto; tanto visual, auditivo como olfativo. Aquí está mi más preciado tesoro, todos mis logros político-sociales. He conseguido acabar con una de las lacras más pesadas, ahogadoras y succionadoras de vidas que han azotado nuestra apestosa humanidad. Me refiero a esos inhumanos judíos y su exterminador sistema capitalista que tanto daño ha causado. He reventado los grilletes que teníamos con el dinero, esa mierda de papel sobrevalorado que no contenía nada más que almas podridas de usureros descarriados. En mi país no hay más guita, yo poseo todos los recursos (desde comida hasta papel de culo, pasando por la ropa, muebles y drogas duras; los condones no, han sido exterminados también, todos a pelo a gozar hasta morir) y los reparto como me sale del orto. He acabado con las revueltas sociales, empalando todos y cada uno de los indignados. Ya no hay favoritismos policiales, no solo defienden a los ricos apaleando pobres. Ahora revientan a todos por igual, esa es la auténtica igualdad. Podría seguir así horas pero ya me estoy aburriendo. Es hora de ir a la piltra.

Me la machaco contemplando una foto de Sabino Arana y me hundo en mi cama creyendo falsamente que he llegado al nivel del gran Vlad Tepes. Sé que no es verdad, ni de lejos, pero me llena la panza de embriagador odio puro, sumiéndome en los sueños más exquisitos y esquizofrénicos. Otro día delicioso que llega a su fin, a diferencia de mi imperio, que nunca va a desaparecer. Estoy dejando atrás mi cuerpo terrenal para ascender al reino divino de Valaquia a postrarme ante mi Dios. Oh, mi amado Vlad, tómame a cuatro patas como un perrillo.

martes, 1 de agosto de 2017

Susúrrame entre las Piernas

Aprovecho la publicación de la antología "Susúrrame entre las piernas" en la que participo para sacudir el viejo y olvidado cadáver de mi blog, con la esperanza de que vuelva a resurgir del polvo.


"SUSÚRRAME ENTRE LAS PIERNAS"

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relinks.me/B074DRBB1C (edición digital)
relinks.me/1974108961 (edición en papel)

Llega la antología erótica más ardiente del verano... "Susúrrame entre las Piernas". ¿Estás preparad@ para un viaje sensorial? ¿Si? Pues acomódate... Abre las piernas y susurra leyendo cada palabra llena de placer... El viaje será muy húmedo a causa del fuego de tu cuerpo.

Si estáis preparadxs para perder el juicio tenéis que echarle un ojete a mi aportación "Llueve semen en mi jardín", una historia eróticamente extraña. Además cuento con la compañía de artistas como Zoe Llum, Geraldine Lumière, Carlos G. Loco, Dulceida Justin, Armando Ferri y Katy Molina.

¡Venga todxs a toquetearse!