Soy un puto despojo. Tengo derecho a serlo.
Tengo derecho a malgastar mi vida tumbado en esta sucia cama
esperando lentamente a mi inevitable putrefacción,
dejando que poco a poco las costras vayan encadenando mi alma a este apestoso colchón repleto de mierda, sangre y semen.
Tengo derecho a vomitar bilis hasta excretar toda mi jodida humanidad,
para escapar de vuestra maldita estirpe
y resguardarme en mi mundo horrorosamente demente y cálido a la vez.
Tengo derecho a fumarme mis dedos roñosos y amarillos
hasta saciar mis demonios internos,
e irnos a tomar por culo por la senda de la degeneración.
Hacer, al fin y al cabo, de la vagancia,
una ideología radioactiva con la que combatir
vuestro afán de trabajar comprar y morir.
Hacer ver a la gente que nos mira con superioridad,
que se les está escapando la vida ante su puta cara,
y que no se dan cuenta,
por estar demasiado ocupados en vestirse con trajes lustrosos
y en embutirse sus empleos por el culo,
vendiendo tiempo de vida para comprar basura,
y solo así poder sentirse persona.
¿Acaso es eso superioridad?
Lo que es es una puta derrota.
No poder sentirse a gusto con uno mismo,
no poder estar en paz, ser feliz,
sin trabajar, cotizar ni consumir.
Convertirse en un zombi productivo, un esclavo sin cerebro, una persona
sin ser humano.
Esperar día tras día que llegue el momento de tu liberación,
que será cuando estés tan cerca de ser un cadáver
que ni lo podrás disfrutar.
Llámale a eso vida si te atreves.
Parásito.
A ti definitivamente se te da todo bien, poética reflexión!!
ResponderEliminar¡Qué caña! La verdad es que es cierto que nos liberamos cuando morimos. Ya lo decía el poeta: la vida y la muerte son dos ríos que van a dar al mar que es el morir, solo que tú lo has plasmado de una forma tan realista como sublime. Me gustó.
ResponderEliminarUn abrazo y felices fiestas (pásatelo bien)
Un mes tarde pero merece la pena. Menuda reflexión has hecho y como bien dices, tienes derecho a hacer lo que te salga de la puta gana, después de todo nadie va a morir por ti ¿no?.
ResponderEliminarComo siempre me encanta pasar por aquí, puro aire fresco y esencia pura.
Abrazos.